Después de 2 años de separación, nuestra familia fue reunida hoy.
Esperábamos ansiosamente en el aeropuerto cuando finalmente se vio mi hermano saliendo del área de aduanas. Se llenaron los ojos de lágrimas al abrazarlo. Mi hermano, habiendo servido al Señor con toda la energía de su corazón, regresó de su misión con honor.
Esta noche este hermanito mío me bendijo mediante el Santo Sacerdocio de Dios. Cuán agradecida estoy que Él ha llegado a ser un hombre digno y capaz de ejercer tal poder.
Él es mi hermano de sangre y mi hermano en Jesucristo. Seremos hermanos y amigos por toda la eternidad.
